In memoriam: Martin Weitzman y Agnar Sandmo

El blog de Economics for Energy vuelve a la actividad con una entrada que preferiría no escribir. Porque en un plazo muy corto, en los últimos días de agosto, llegaron  noticias del fallecimiento de Martin Weitzman (Harvard) y Agnar Sandmo (NHH), dos grandes académicos, fantásticas personas y que además hemos tenido la suerte y el honor de contar como colaboradores en nuestro centro. En pocos días se han multiplicado los obituarios en los medios de comunicación, que apuntaré a continuación, por lo que no tiene sentido ofrecer aquí un nuevo relato completo de sus biografías y logros. Sí algunas reflexiones sobre sus contribuciones, influencia e interacciones personales.

Marty

Martin Weitzman en el EUI (Florencia), 2015

Conocí personalmente a Marty Weitzman en el reducido scoping meeting del Quinto Informe de Evaluación del IPCC, celebrado en Venecia en 2009. Aún recuerdo cómo me impresionó entonces su exposición sobre las importantes incertidumbres a que nos enfrentamos con el cambio climático y las implicaciones profesionales (como economistas) y de actuación pública: evitar dar sensación de seguridad sobre los impactos (económicos) climáticos y evitar correr riesgos como sociedades mediante el aseguramiento ante posibles efectos mucho peores de lo esperado. Creo que estas poderosas ideas, fruto de trabajos relativamente recientes, lo convirtieron en uno de los académicos más influyentes y respetados en este ámbito. El obituario de Bloomberg toma así un título muy sugerente y vinculado a lo anterior: «el hombre que consiguió que los economistas se tomasen en serio las pesadillas del cambio climático». The Economist también pone énfasis en estas aportaciones en su perfil de Marty, indicando en «la incertidumbre del genio» que su principal fortaleza era precisamente ser consciente de lo poco que sabemos sobre las consecuencias del cambio climático.

Inicia The Economist su obituario poniendo en boca de un colega (no identificado) la baja probabilidad de encontrarse con Marty en el vuelo de las 7am entre Boston y Washington DC por su dedicación absoluta a la investigación y un interés limitado en la socialización y en ejercer influencia sobre los decisores políticos. Aunque hay probablemente algo de verdad en ello, creo que durante los últimos años Marty dedicó bastante tiempo a divulgar sus ideas (por ejemplo a través del muy recomendable Climate Shock, coautorado con Gernot Wagner, o mediante la mencionada colaboración con el IPCC) y a «mancharse las manos» con el día a día de la política climática. De hecho, este mayo coincidí con él en Florencia en un acto en el que debatimos sobre los mercados de carbono (y donde cerramos el manifiesto de los economistas europeos sobre los precios de carbono).

Además, Marty fue una persona generosa y humilde en sus formas. Poco después de haberle conocido se prestó a escribir unas entusiastas líneas para recomendar el libro que coordiné con Emilio Cerdá (Complutense) sobre políticas climáticas en 2010. Pero, sobre todo, me impresionó su visita Florencia en 2015, durante mi etapa en FSR Climate. Allí, además de dar una conferencia plenaria a toda la universidad, se prestó a impartir una lección especializada en nuestro congreso anual y, por si fuese poco, participó en una mesa redonda sobre la recientemente publicada Laudatio Si. Poca gente de su nivel habría aceptado una agenda tan comprometida y exigente a cambio de nada, pero así era Marty. También colaboró de forma extensa con nosotros en las publicaciones derivadas de los workshops atlánticos de A Toxa, aceptando ser evaluador de trabajos en varias ocasiones. Solo lamento que no hayamos podido contar con él como keynote speaker allí: este mayo me había confirmado su presencia en el noveno workshop de A Toxa, que se celebrará el próximo verano…

Podría seguir escribiendo muchos párrafos sobre las aportaciones de Marty, porque sus trabajos se extendieron mucho más allá del ámbito de la economía ambiental y climática. Hace unos meses Pedro, del que Marty fue profesor durante su estancia en Harvard, escribió en este blog una bonita entrada sobre sus contribuciones a la economía ambiental, lamentando que el Nobel de economía de 2018 no fuese compartido con Nordhaus. Rob Stavins, compañero y colaborador de Marty en Harvard, acaba de escribir un relato muy completo de los logros de Weitzman en áreas tan diversas como la economía planificada, la estagflación, el tratamiento de la biodiversidad, y gestión de pesquerías, entre otras. Como bien dice Rob, sus trabajos son un regalo que no dejan de dar dividendos a otros académicos y a la sociedad en general. El propio Stavins tuvo un papel central en el homenaje, ante su retiro de Harvard, que rindió el mundo académico a Marty en Boston el pasado octubre. También el New York Times y con más acierto, bajo mi punto de vista, el Washington Post acaban de publicar extensos obituarios sobre Marty.

Por su parte, Agnar Sandmo comparte muchas cosas con Marty Weitzman: una trayectoria profesional intachable, con aportaciones seminales en varios campos y una voluntad de hacer llegar a la sociedad los resultados de la investigación. En un emotivo obituario, Hans-Werner Sinn (Munich) recoge los muchos logros de Agnar y apunta los requisitos que, según éste, ha de cumplir un buen economista académico: publicar trabajos relevantes en los mejores journals, divulgar esos trabajos en publicaciones inteligibles para públicos no especializados y colaborar  con medios de comunicación. Requisitos que él mismo cumplió con creces, tal y como reconoció la Asociación Europea de Economistas Ambientales al concederle en 2009 el premio a su trayectoria vital.

Conocí los trabajos de Agnar, como los de Marty, al iniciar mi formación de postgrado hace casi treinta años: sus papers sobre imposición óptima en presencia de externalidades se unieron al mítico prices vs quantities de Weitzman como input e inspiración para mis primeros trabajos de investigación. Tuve la suerte de conocerlo en persona bastantes años después, en un evento organizado por FUNCAS en Málaga y del que surgió un número especial de Papeles de Economía Española en el que tuve el honor de comentar su paper. Poco después aceptó nuestra invitación a ejercer como keynote speaker en la edición de 2010 del workshop de A Toxa y escribió un muy interesante artículo para nuestro primer número especial de Energy Economics. Como Marty, siempre se prestó a colaborar como revisor de papers o en otras cuestiones planteadas desde Economics for Energy. Será muy difícil cubrir el vacío que dejan ambos, pero solo podemos estar agradecidos por lo mucho que nos han dejado profesional y personalmente.

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