La energía en los programas electorales

En Diciembre pasado tuvimos una reunión muy interesante de Diálogos de Energía y Sostenibilidad (DES), en la que analizamos los programas electorales de los cuatro principales partidos en lo que respecta a sus propuestas acerca de energía, medio ambiente y asuntos relacionados (regulación, transporte, edificación, etc.). Parecería que, pasadas las elecciones, ya no tiene sentido volver a este asunto, pero el caso es que, vista la situación post-electoral, y la necesidad de alcanzar consensos si es que se quieren evitar las nuevas elecciones, quizá sí tenga interés, incluso más que antes. Pregunta para nota: ¿entre qué partidos creéis que hay más consenso? La solución, al final de la entrada.

Retomo pues en esta entrada ese análisis, del que tomo cuestiones que salieron en el debate, pero que realizo a título exclusivamente personal. Me centraré sobre todo en las similitudes y diferencias entre los distintos partidos, por si acaso resulta de utilidad para buscar consensos en las políticas energéticas y medioambientales, algo por otra parte muy deseable. Como ya se ha comentado en múltiples ocasiones, la naturaleza de las decisiones que toman los agentes en política energético-ambiental, con inversiones de largos períodos de maduración, hace que la necesidad de contar con señales o políticas de largo plazo en estos temas sea especialmente recomendada.

Y comienzo pues por ahí, por la necesaria visión de largo plazo que deben tener las políticas en este ámbito.

Política energética de largo plazo

En este punto hay una brecha clara entre el partido en el gobierno y los otros tres. Mientras que el PP plantea una hoja de ruta para cumplir los objetivos de la Unión Europea a 2030, el resto de los partidos van bastante más allá, formulando, en términos distintos pero similares, la necesidad de elaborar un Plan de Transición Energética (en el caso del PSOE apoyado por un Pacto de Estado, una Comisión y una Ley específicas, y en el caso de Podemos fijando un objetivo de inversión del 1,5% del PIB anual). Estos planes tendrían como objetivo ladescarbonización del sector energético español, mediante el impulso de las energías renovables y el ahorro y la eficiencia energética, así como de la generación distribuida. Podemos se separa algo de los demás al cuestionar también la Unión Energética Europea, planteando una propuesta alternativa.

Podemos y Ciudadanos incluyen también entre sus propuestas el fomento de la investigación e innovación en energía, un elemento central también para el largo plazo.

Fuentes energéticas

Para cambiar el modelo o no, uno de los elementos fundamentales es el peso que se dé a las distintas fuentes energéticas. Aquí hay elementos comunes y otros no tanto.

Todos los programas manifiestan su apoyo, al menos sobre el papel, a las energías renovables. El PP y Ciudadanos plantean subastas para promoverlas, Podemos habla de un Plan Nacional de Renovables, aunque sin detallar qué instrumentos de apoyo utilizaría (más allá de que el 100% de la contratación pública sea renovable). Además, todos plantean promover su uso para climatización. PP y Ciudadanos también incluyen explícitamente a la cogeneración, e incluyen referencias a la promoción de biomasa y biocarburantes en zonas rurales.

Donde hay más diferencias es en el resto de las energías: los tres partidos de la oposición plantean prohibir el fracking; Podemos y PSOE incluyen el cierre de las nucleares, mientras que el PP propone mantenerlas junto con la construcción del ATC; Podemos también incluye el carbón entre las fuentes energéticas a extinguir, mientras que el PSOE plantea mantenerlo según los acuerdos con el sector, y el PP habla de una minería energética competitiva. El PSOE también plantea restringir las prospecciones de gas y petróleo.

Ahorro y eficiencia energética

De nuevo, todos incluyen el ahorro y la eficiencia energética en sus programas, aunque con distinto entusiasmo.

El PP plantea básicamente la continuidad del fondo nacional de eficiencia, y las auditorías energéticas. Introduce programas específicos de eficiencia para industria, alumbrado y desalación, y propone desarrollar un mercado de certificados de eficiencia energética. El PSOE plantea un fondo verde para la transición energética (financiado con un impuesto al CO2), destinado a ahorro y eficiencia, y también el impulso de las ESEs. Ciudadanos añade planes específicos de concienciación y sensibilización social.

Todos hablan de redes inteligentes y de mejorar la capacidad de decisión del consumidor. También todos plantean un Plan Nacional de Rehabilitación de vivienda, con distintos nombres, medidas y ambiciones (aunque sin especificar demasiado)

Y los tres partidos de la oposición proponen cambios a la regulación del autoconsumo, eliminando los peajes de respaldo (aunque Ciudadanos sí habla de un cargo de red para la energía excedentaria).

Transporte y movilidad sostenible

Un elemento fundamental para el ahorro energético y la descarbonización es la reforma del sector del transporte, que es el que más energía consume y más emisiones de gases de efecto invernadero produce. En este sector es donde hay quizá una diferencia más acusada, de nuevo entre el PP y el resto de partidos.

Básicamente, el PP propone incentivar la movilidad (mediante una reducción de la fiscalidad de los combustibles para el transporte, tarifas accesibles para el ferrocarril de alta velocidad y larga distancia, y la mejora de la competitividad del transporte de mercancías por carretera). Aunque también contempla aumentar la eficiencia del sector ferroviario y la red intermodal de transportes, así como realizar inversiones en la red de cercanías, no parece que esto pueda suponer un ahorro energético o de emisiones en este sector.

En cambio, los otros tres partidos proponen cambios de mayor calado (en el caso de Podemos, en el marco de un Plan de Infraestructuras Verdes): fomento del ferrocarril para transporte de mercancías, centros logísticos intermodales, aparcamientos disuasorios, y en el caso del PSOE y Podemos, restricción de acceso a ciudades. Podemos y Ciudadanos también plantean reformar el IVTM para incluir elementos ambientales. Y todos los partidos de la oposición proponen fomentar el uso de la bicicleta (una cuestión de regulación local, por otra parte), incluso con un plan estratégico por parte del PSOE.

Donde sí están todos de acuerdo es en la necesidad de promover el vehículo eléctrico (aunque de nuevo, sin dar muchos detalles de cómo hacerlo). Ciudadanos va algo más allá y habla también de vehículos de hidrógeno y de gas.

Mercados y precios energéticos

Un elemento relevante en todos los programas es el dedicado a los mercados y precios energéticos. De nuevo, con diferencias significativas en algunos elementos entre el PP y la oposición, fundamentalmente en lo que se refiere a los reguladores y al mercado eléctrico.

En primer lugar, en lo que se refiere al regulador de los mercados. El PP no dice nada, entendiéndose que mantendrían el esquema actual. El PSOE plantea un regulador único e independiente modelo alemán (que agrupe todos los sectores pero que separe regulación y competencia); Ciudadanos propone crear reguladores separados para energía y telecomunicaciones, que además sean seleccionados por una comisión independiente, entre expertos incluso internacionales; Podemos no dice nada, sólo mencionando las famosas “puertas giratorias”.

Respecto al mercado de hidrocarburos: El PP propone profundizar en la vigilancia y fomento de la competencia en la distribución de carburantes. Ciudadanos añade la obligación de venta a operadores extranjeros de parte de la red de operadores españoles, y también elevadas multas para prácticas anticompetitivas. El PSOE plantea limitar la cuota de grandes operadores por provincia. Podemos sólo habla en términos generales de reforzar la competencia en el sector energético.

Donde todos hacen, como era de esperar, un énfasis especial, es en el mercado eléctrico y sus tarifas. El PP plantea congelar la parte regulada de la factura eléctrica, y reducir los impuestos a la generación (el famoso 7%). Los demás partidos van mucho más allá (llegando en casos, como decía uno de los asistentes a DES, a la satanización de este sector). Los tres plantean, de entrada, una auditoría de costes del sector, y una reforma de su funcionamiento. El PSOE, curiosamente, propone la elaboración de un nuevo Libro Blanco (y digo curiosamente porque ya sabemos el destino que tuvo el anterior Libro encargado por el PSOE…). Y Podemos y Ciudadanos proponen la vuelta a un modelo basado en el coste de servicio, y una separación de propiedad efectiva entre las empresas de generación, distribución y comercialización. Ciudadanos además plantea introducir más transparencia en la gestión de la red eléctrica, y Podemos la recuperación por el Estado de las concesiones hidráulicas cuando caduquen.

En la discusión de DES se comentó que se echa en falta en todo este apartado la integración en los mercados europeos (que en algunos casos puede dificultar por ejemplo el paso a un modelo de retribución por coste de servicio).

Pobreza energética

Otro de los temas que han aparecido con fuerza en la campaña ha sido la pobreza energética. Aunque todos los partidos expresan su compromiso para reducirla, los medios que proponen son diversos. El PP propone reformar el bono social para que accedan a él todos los consumidores vulnerables, y crear un fondo para proteger a los usuarios en riesgo de exclusión. El PSOE comparte la idea del fondo social, y plantea la tregua invernal e inversiones en ahorro y eficiencia energética. Ciudadanos hace propuestas muy relacionadas con nuestro informe reciente: financiar el bono social con cargo a los presupuestos públicos, redefinir los consumidores vulnerables, e invertir en eficiencia energética (además de algo al menos curioso como es destinar excedentes del autoconsumo al suministro de familias con bono social). Podemos propone la prohibición de corte y también la limitación de pagos, además de otra nota curiosa como que las compañías no podrán repercutir esta caída de ingresos al resto de consumidores.

Fiscalidad

Finalmente, muchas de las medidas propuestas anteriormente requieren una modificación de la fiscalidad energético-ambiental. Y de nuevo, los tres partidos de la oposición plantean una reforma significativa, en gran medida siguiendo las líneas de lo planteado en nuestro informe de 2013 y de la comisión de expertos (el informe Lagares).

El PSOE plantea un impuesto al CO2 para los sectores difusos, que alimentaría el fondo verde para la transición energética ya mencionado. Ciudadanos propone una reforma fiscal verde integral, que incluya una fiscalidad más progresiva sobre los hidrocarburos, y la creación de un impuesto ambiental para vehículos, armonizado para todo el territorio, que sustituya a IVTM e IDMT. Podemos hace una propuesta similar a la de Ciudadanos, aunque también incluye explícitamente un precio mínimo para los derechos de emisión de CO2, y tasas por el uso de infraestructuras.

En resumen: yo veo bastantes elementos de confluencia, pero más bien entre los partidos actualmente en la oposición. Ahora que se habla tanto de la gran coalición, no hay muchos puntos de acuerdo entre PP y Ciudadanos y PSOE, y menos aún entre PP y Ciudadanos. De hecho, en algunas cuestiones los más afines son Ciudadanos y Podemos, y en otras PSOE y Ciudadanos.

Algunas notas finales:

–       Evidentemente, y como es habitual en todos los programas electorales, hay muchos aspectos que quedan demasiado ambiguos. Otros, curiosamente, son especificados en gran detalle (como los temas del autoconsumo, que siendo relevante, es mucho menos prioritario en mi opinión que otros grandes asuntos).

–       Salvo Podemos, ningún programa incluye una memoria económica de sus propuestas. Y la de Podemos tampoco aporta demasiado detalle.

–       Es importante señalar que, dado el carácter transversal de muchas de estas políticas, no basta con mirar el capítulo correspondiente a energía de los programas electorales. Hay que buscar también en los de economía (regulación, competitividad), en los de transporte, en los de medio ambiente, y también en temas de urbanismo.

–       También es curioso señalar que, en el programa de Podemos, el primer capítulo es justo el dedicado a la energía.

–       Aquí tenéis los enlaces a los programas completos: PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos. Recordad que no basta con mirar los apartados de energía: Hay cuestiones que se tratan en los apartados de transporte, de economía en general, o en medio ambiente.

2 comentarios en “La energía en los programas electorales

  1. Basado en lo que veo, ningún partido sostiene sus propuestas en un estudio serio de costos, beneficios económicos, impacto sobre los consumidores, y seguridad. Podemos es un partido comunista que se esconde bajo una manta populista y engañosa, eso se ve muy de lejos. Por lo tanto lo que propone no se puede tomar en serio.

    Cualquier partido que proponga cerrar plantas nucleares sin tener un estudio técnico y económico (de calidad) para respaldarlo se auto califica como un amateur que propone sin pensar.

    Esto se ve muy bien en Alemania, donde el programa para cerrar plantas nucleares los lleva a construir plantas para quemar carbón, y donde el costo de la electricidad es del diablo. Por lo tanto no es un problema de la derecha versus la izquierda, es un problema de políticos actuando sin pensarlo bien.

    Como no soy español pero soy ingeniero tengo la sangre fría en este tema. Mi consejo a los españoles es mejorar la interconexión con Francia, y enfatizar el cambio hacia coches híbridos que se pueden recargar. Esto necesita reglamentos y probablemente un subsidio para instalar las estaciones de recarga en estacionamientos de todo tipo. La idea sería disminuir el consumo de diésel y gasolina, con vehiculos que se apoyen sobre la red eléctrica para el 50 % de su consumo energético. Esto a su vez necesitaría la construcción de plantas de generación de gran envergadura. La solución óptima a largo plazo parece ser plantas nucleares.

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