¿Qué esperar de la COP27?

Un año más, mi visión acerca de lo que podemos o debemos esperar de la COP27 que comienza el próximo domingo. Eso sí, creo que esta será también la última vez que me meta en este lío, porque, como explicaré a continuación, mi opinión es que las COPs cada vez se quedarán más como reuniones técnicas, para implementar los acuerdos políticos adoptados en otros foros, o como escaparate para estos. Y que, por tanto, serán estos otros foros los que haya que valorar.

Y es que, una vez cerrado el libro de reglas del Acuerdo de París en la COP26 de Glasgow (podéis consultar los resúmenes de año pasado de David Robinson y Miguel Muñoz), las tareas de las COPs a partir de ahora serían fundamentalmente el seguimiento del cumplimiento de los NDCs y el tratar de lograr una mayor ambición (en ese compromiso quinquenal recogido en el Acuerdo).

Sí, es cierto que queda algún fleco pendiente, como el famoso de «pérdidas y daños». Pero eso será siempre eso, un pendiente, porque difícilmente los países desarrollados aceptarán responsabilidades legales sobre los daños causados sobre el cambio climático. Lo más probable es que se siga contemporizando sobre este asunto durante mucho tiempo sin llegar a nada concreto. Otra cosa, por supuesto, es la financiación climática, que incluso quizá deba reforzarse (como defienden aquí), otra cosa es que sea creíble después de tanto incumplimiento…

Volviendo pues a las tareas «normales»: el seguimiento del cumplimiento de los NDCs, esto es, el famoso MRV (monitorización, información y verificación), será como digo una tarea fundamentalmente técnica. Habrá cierto componente político, claro: cómo avergonzar a los que no cumplan (más fácil cuando no cumple ninguno). Y a veces optimista y a veces pesimista, según cómo vayan las cosas. También, si sigue la feria empresarial/mediática que siempre se monta alrededor de las COP, podrán seguir siendo un sitio donde animarse con historias positivas, o preocuparse por las denuncias de justicia climática. Pero no parece que de toda esta parte haya que esperar grandes acuerdos ni compromisos a nivel de país (quizá sí a nivel empresarial, o de colaboración entre estados o sectores, etc.).

Los grandes acuerdos deberían venir asociados al aumento de la ambición climática. Por ejemplo, a acelerar los esfuerzos para lograr cumplir con los objetivos del Acuerdo de París. Pero esta es la parte complicada. El Acuerdo de París se logró porque, a cambio de que todos los países lo firmaran, se dejaba libertad sobre cómo hacerlo (a costa de una menor efectividad, claro). Y el libro de reglas se podía acordar sin tener que mojarte en reducción de emisiones (a pesar de lo que costó cerrarlo…) ¿Es creíble pues esperar que ahora todos los países vayan a firmar  a cambio de nada compromisos ciertos de reducción, más allá de las promesas para 2050, 2060 o 2070? Yo, sinceramente, creo que no. Creo que pasamos a una fase en la que la reducción de emisiones se incorpora cada vez más como un elemento de política económica, industrial o comercial (véase por ejemplo el CBAM). Es decir, pasa de ser una política «separada» a una política integrada. Y, como digo, me parecería sorprendente que acuerdos sobre una política así se adoptaran en una conferencia «sectorial». Esperaría mucho más que los acuerdos vinieran de foros como el G-7 o el G-20, en los que los grandes emisores pueden, en el marco de negociaciones económicas más amplias, acordar estrategias de reducción de emisiones o cooperación en materia de adaptación.

Por supuesto, para mantener al menos la estética global, estos acuerdos deberán ser refrendados por todos los países en la COP, que como digo además podrá ser un buen escaparate para ello. Pero yo, si fuera de Extinction Rebellion o similar, dejaría de presionar en las COPs y me iría a los G-20, si de verdad quieren sacar algo útil.

Como consecuencia de todo lo anterior, creo que las COP, a partir de ahora, tienen un verdadero reto en la gestión de expectativas. Es importante transmitir que no tenemos por qué esperar nada significativo de ellas en términos de ambición climática. No es que su trabajo no sea importante, como he dicho antes, es que creo que ya no podemos esperar que estas cumbres salven el clima. La salvación deberá venir de otros sitios.