El ejemplo de California en la la lucha contra el cambio climático

California aprobó en Agosto una ley que requerirá que en 2045 su sector eléctrico esté totalmente descarbonizado, algo que evidentemente servirá para comprobar si esto es factible o no, y en su caso, exportarlo a otros países o regiones, en los que también será necesario si queremos cumplir con nuestros compromisos de emisiones (nuestros escenarios). Eso sí, hay que tener en cuenta que California tiene un sistema eléctrico interconectado, lo que hará su esfuerzo más sencillo que en el caso de España o Irlanda, por ejemplo…

La ley también requiere que en 2026 la cuota de renovables en el sector eléctrico sea del 50% (algo que en España también tendremos que alcanzar si queremos cumplir con el objetivo del 32% de renovables para 2030). En este artículo del MIT plantean los retos necesarios, con opiniones más pesimistas, y también más optimistas, como la de Dan Kammen, que nos visitó recientemente en Madrid. Quizá para responder a los pesimistas, la ley no habla estrictamente de renovables, sino de fuentes libres de CO2. Y es que, según algunos, hará falta nuclear y gas con CCS para poder lograr el objetivo a un coste asequible. En esto la clave, claro, es si habrá almacenamiento competitivo (y de carácter estacional) para cuando alcancemos un umbral cercano al 80-85% de renovables en el sistema. En un reciente paper en Joule, nuestro Fernando de Sisternes junto con otros colegas de MIT confirman que, cuando los límites de emisiones se hacen duros, los costes aumentan exponencialmente (algo similar a lo que se observa en el informe de los 1,5ºC)

El problema, en todo caso, es que lo del sector eléctrico es la parte fácil de reducir emisiones. Como se puede ver en la evaluación que publicó hace unas semanas la California Air Resources Board sobre la marcha de las emisiones del estado, la mayor reducción corresponde al sector de la generación eléctrica. Por un lado, esto responde a la creciente penetración de energías renovables…aunque cuidado, porque en el caso de California también puede venir de mayores importaciones de electricidad (no necesariamente limpia) de estados limítrofes. Pero, como decía antes, esta es la parte fácil (algo que confirma Bill Gates). Lo difícil es el resto de los sectores. Y aquí la experiencia de California es más mezclada.

La parte positiva es que, a pesar del crecimiento significativo de su economía (un 26% desde 2004), las emisiones del transporte han bajado. Claramente hay lecciones que aprender para países como el nuestro, en que este sector sigue aumentando sus emisiones. En otros sectores (industria, residencial y comercial) las bajadas son insignificantes, aunque, de nuevo, esto hay que contrastarlo con el crecimiento económico, porque parece que la eficiencia sí ha aumentado mucho.

Otros sectores, en cambio, mostraron aumentos. La agricultura y los residuos aumentaron sus emisiones, igual que los GEIs con mayor potencial de calentamiento, lo que compensó las reducciones en industria y edificios. La agricultura es claramente uno de los sectores más complejos, en particular para España donde sigue siendo relevante.

Por lo tanto, parece que, de cara a cumplir nuestros objetivos de medio y largo plazo, el ejemplo de California nos dice que tenemos que empezar a preocuparnos por otros sectores más complejos, y empezar a invertir o en I+D o al menos a evitar actuaciones que nos bloqueen en emisiones elevadas a futuro.

 

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