La pasada semana presentamos el quinto informe anual de Economics for Energy, el cual analiza un tema de gran interés y actualidad: la pobreza energética en España. El acto se celebró en la Universidad Pontificia Comillas (ICADE), y estuvo presidido por los directores del centro, Pedro Linares y Xavier Labandeira, que fueron los encargados de presentar el informe y atender a las preguntas de los asistentes y medios de comunicación. En la web habilitada sobre el evento pueden encontrar tanto el resumen ejecutivo como el informe completo, así como diverso material audiovisual. A continuación ofrecemos una pequeña reseña del informe y del transcurso del evento.
Ante un tema con tanta relevancia social, el informe presentado trata de arrojar luz sobre el concepto de pobreza energética y sus causas. Para ello se analizan críticamente los índices de pobreza energética que se vienen utilizando y se proponen alternativas que identifiquen en mejor medida los hogares realmente en pobreza energética. Adicionalmente, el informe trata de identificar a los hogares vulnerables, un estudio aún no realizado en nuestro país. Otro de los objetivos es el de evaluar en qué medida la pobreza energética difiere de la pobreza en general. Además de esta valoración, se evalúan las medidas vigentes para paliar este problema (el bono social, por ejemplo) y se proponen otras más eficientes, que tengan en cuenta una mejor identificación de la precariedad económica en el acceso a la energía.
El trabajo para llevar a cabo los anteriores objetivos se basó en la revisión bibliográfica de estudios nacionales e internacionales. Se contó con el asesoramiento de expertos de diversos ámbitos relacionados con la energía a través de un seminario entorno a esta temática. También se realizaron estudios estadísticos y econométricos a partir de la Encuesta de Presupuestos Familiares para analizar la situación de España y proponer mejoras.
Tal y como se plantea en el informe, existen tres principales causas que abocan a la pobreza energética: la principal es un bajo nivel de ingresos en el hogar. Pero también influye el impacto de unos costes energéticos crecientes en el presupuesto familiar, así como una baja eficiencia en el uso de esa energía. Otro de los factores que pueden influir es una inadecuada información en el uso de la energía.
Para conocer críticamente cómo cuantificar la pobreza energética se analizan varios indicadores de pobreza energética (ver tabla), y se identifican varios falsos positivos (negativos). Esto es, identificación de hogares que según los indicadores tradicionales están en pobreza energética cuando en realidad, a la luz de su renta y su consumo energético, no lo están. También se comparan los resultados de indicadores de pobreza general con los indicadores de pobreza energética. De esta comparación se concluye que sí existen diferencias entre los dos conceptos.
Definición de indicadores de pobreza energética y resultados para España. Fuente: Economics for Energy.
A partir de la Encuesta de Presupuestos Familiares del IDAE el informe calcula varios de los indicadores y los aplica a España, como se observa en la tabla. Estos mismos indicadores se estudian por comunidades autónomas, poniendo en contraste las diferencias existentes entre resultados en función de los indicadores escogidos.
Para ilustrar la dificultad del estudio e identificación de los hogares en pobreza energética, en la presentación del informe se mostraron cuatro ejemplos de hogares con características económicas y energéticas muy diferentes. Los ejemplos expuestos manifestaban claramente cómo, dependiendo del indicador elegido, se pueden obtener falsos positivos o negativos.
Otra de las aportaciones del informe, una vez definidos y calculados los indicadores de pobreza energética, es la realización de un estudio econométrico para identificar las características de los hogares más vulnerables. Aquí se señala que los hogares con bajos ingresos, miembros menores a su cargo y con inestabilidad laboral, son los más vulnerables a sufrir pobreza energética.
Las principales conclusiones del informe presentado ayer reafirman la existencia de un problema específico de pobreza energética. También se aclara que, con independencia del indicador utilizado, un 9% de los hogares siempre son identificados en pobreza energética. En cuanto a los identificadores, para evitar los falsos positivos, el que mejor comportamiento presenta es el MIS.
Por último, se ofrecen propuestas de actuación y recomendaciones. Entre ellas se encuentra la necesidad de definir formalmente el “consumidor vulnerable” y la pobreza energética. También se insta a reformar el bono social, de manera que incluya todas las fuentes de energía del hogar, que puedan acceder a él solo los consumidores vulnerables, evitando ineficiencias, que se haga mediante una transferencia a tanto alzado utilizable únicamente para pagar gastos energéticos, y que se financie a través del presupuesto público.
Ante la problemática del corte de suministro por impago, se propone una garantía de suministro básica. La cual no sería necesaria si el bono social estuviera bien definido. Se propone el aprovechamiento del actual despliegue de los contadores inteligentes para, en caso de impago, suministrar el nivel básico de energía necesario sin llegar al corte total. En caso de no existir esta infraestructura, se aboga por una línea de crédito garantizada por el Estado.
De forma genérica, tal y como se viene incidiendo en anteriores informe de Economics for Energy, se recomienda el fomento de la eficiencia energética y de la información para dotar al consumidor de mayor control, así como unas tarifas energéticas que recojan todos los costes reales.
La candencia del tema tratado este año se pudo comprobar por el interés que suscitó entre los asistentes a la presentación. Hubo un amplio turno de preguntas donde se aclararon dudas, se propusieron nuevas líneas de investigación y se debatieron los aspectos sociales, económicos y energéticos de este problema social.
Esperamos que esta pequeña reseña les anime a profundizar en el tema. Lo pueden hacer a través del resumen ejecutivo o del informe completo, disponibles en nuestra web.
José Carlos Romero y Pablo Pintos.
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